Apenas se abandona la estación ferroviaria de Gotokuji, en Tokio, una gran escultura de gato da la bienvenida a los transeúntes. A su derecha, otro gato, esta vez graficado sobre un cartel, invita a seguir una calle peatonal circundada por tiendas donde se apiñan verdulerías, konbinis, restaurantes tradicionales y boutiques de alimentos de occidente. Al final de su extensión surge un barrio residencial con una densidad poco común; casas bajas y con patio, algunas incluso con árboles delicadamente podados. Es justo allí donde un muro blanco enmarca el gran terreno de un reconocido templo budista.
Gotokuji es también el nombre del templo, cuyos primeros cimientos se remontan hacia finales del siglo XII. Es justo al frente de allí donde, según cuenta la leyenda, un señor feudal y su comitiva se apostaron junto a un árbol para descansar, ignorando una poderosa tormenta que se formaba sobre sus cabezas. El que no lo ignoraba, sin embargo, fue un gato al cuidado de uno de los monjes del templo, quien, viendo a los hombres, los habría invitado con su pata en alto hacia el interior. Según se dice, un gran rayo habría caído sobre el árbol, pero gracias al consejo del gato, todos resultaron ilesos. Agradecido, el señor feudal donó parte de su riqueza a la ampliación del templo. Y es así que nace la leyenda del maneki-neko, gato de la suerte japonés, cuya denominación puede traducirse como “el gato que llama”.

Hoy el templo es vastamente visitado y, aunque en su interior reposan grandes personajes históricos como Ii Naosuke (responsable de la apertura de Japón a las potencias occidentales), son las miles de réplicas de maneki neko, y las cientos de tablas ema con plegarias dirigidas, entre otros, a fallecidos gatos, los que llaman a turistas de todo el mundo a visitarlo.
¿Qué representa el maneki-neko?
Su interpretación más común, y la razón para encontrarlo en varios locales comerciales alrededor del mundo es que atraería a la buena fortuna. Los comerciantes dicen que su pata en alto llama a los clientes dentro de sus locales. Pero, aunque hay interpretaciones distintas para cada una de sus patas o los elementos que pudiera cargar con ellas, lo cierto es que su principal objetivo es invitar al éxito en cualquier empresa que se proponga su poseedor, alejando a la vez distracciones y dificultades que vuelvan pedregosa la misión.
Aunque el cuento popular dice que el maneki-neko original era un bobtail japonés calicó, se han hecho reproducciones de otros colores con distintos objetivos. Por ejemplo, el maneki-neko calicó (blanco, negro y marrón-anaranjado) atrae la buena fortuna en general, el negro aleja a los acosadores y las malas energías, el dorado atrae riquezas, y el rojo resguarda la buena salud.

¿Sabían que existen maneki-neko con ambas patas levantadas? no son comunes en Japón, y tampoco los quisimos esculpir nosotros, porque se les consideran ambiciosos, e incluso tramposos. Parafraseando a Ethan Hawke (en su libro Reglas para un Caballero): quien realmente te quiere te deseará una fama y éxitos moderados.
Hoy en día son tantas las representaciones de este amuleto, que es difícil decidirse por uno. En nuestra tienda virtual pueden encontrar dos versiones que resumen sus propósitos, y que hicimos para todos los creadores, aventureros y emprendedores que busquen una compañía mágica en sus hogares.
Genial conocer el origen de la historia del «gato de la fortuna», linda historia y con sentido