Como en todos lo géneros literarios, en las comedias románticas hay un acuerdo implícito con el autor, en este caso: finales felices, patrones narrativos conocidos, escenas que te harán reír y emocionar, conflictos a veces absurdos y un romance que se alojará en tu corazón (… si logra engancharte!). Aquí he querido destacar tres romcom que, al menos conmigo, han logrado cumplir con todo aquello que esperaba recibir como lectora y se han ganado un lugarcito en mi corazón. Todas disponibles en nuestra tienda online.
La química del amor, de Ali Hazelwood
¿Una neurocientífica escribiendo novelas de romance? Gracias por hacerlo realidad Ali Hazelwood. Dentro del extenso mundo de la literatura romántica no había tenido la oportunidad de leer historias que conectaran los clichés románticos con el mundo científico y sumaran además una crítica al machismo presente en esos contextos. Tanto en La hipótesis del amor (su exitosa y muy recomendada primera novela), como en La química del amor nos encontramos con protagonistas inmersas en el mundo del STEM que lidian por una parte con las dificultades profesionales que enfrentan como mujeres, y por otra con la tensión romántica de su coprotagonista que en un comienzo pareciera ser su némesis (un siempre bien recibido «enemies to lovers»).
En La química del amor conocemos a Bee Königswasser, una científica que es invitada a liderar un proyecto de neuroingeniería para la NASA… ¿El problema? Su compañero de equipo es Levi Ward, un apuesto colega que parece odiarla desde la escuela de posgrados. Sin embargo, al poco andar surgirán dificultades relativas a la investigación y Levi parece convertirse en su aliado, lo que comenzará a complicar las cosas de una manera muy distinta. Una historia ágil, romántica, muy graciosa y que se disfruta de principio a fin. Si leíste La hipótesis del amor te encontrarás con una fórmula narrativa muy similar, pero no por ello menos eficaz para conquistarte.
Rojo, blanco y sangre azul, de Casey McQuiston
Me voy a sumar a las palabras de las autoras Christina Lauren para referirse a este libro: «Absorvente, divertido, tierno, sexy… Tiene todo lo que busco en un libro. Me producen envidia los lectores que van a leerlo por primera vez». Así-tal-cual. Rojo, blanco y sangre azul es de esas historias con final feliz que te dejan con la sensación de que el mundo puede ser un mejor lugar. Es un libro dulce y entretenido, que se lee muy rápido y que además vienen a aportar a la narrativa LGBT+ dentro del género del romcom. Por ello me alegra muchísimo que también próximamente será estrenada su adaptación al cine, a través de Amazon.
La historia es dulce y absurda, y de alguna manera funciona para dejarte pegado a sus páginas: Alex Claremont-Díaz, el hijo millenial de la presidenta de los Estados Unidos, no soporta al príncipe Henry, el hijo de la reina de Inglaterra, así que, cuando la prensa sensacionalista se hace con una fotografía que refleja un altercado entre Alex y Henry ambos países trazan un plan para remediar la situación, sin embargo, lo que empieza como una falsa amistad, publicada en Instagram, se va transformando en algo más profundo de lo que Alex y Henry podrían haber imaginado… ¿Puede el amor cambiar el mundo? Ya me dirán qué opinan cuando lo lean!
La novela del verano, de Emily Henry
Confieso que, de estas tres recomendaciones, esta es mi favorita. Tuve un crush con la pluma de Emily Henry, que es mucho más templada que las dos novelas anteriores, pero no por ello menos entretenida. Me gusta comparar sus novelas con las comedias noventeras o de inicios del dos mil – tipo «Tienes un email» o «Señales de amor» – que no son historias para reírse a carcajadas, pero que igual te hacen sonreír, te dejan el corazón calentito y te involucran emocionalmente con los procesos individuales de sus personajes, a su vez que te mantienen en ascuas de lo que sucede con el romance.
¿La trama? Dos escritores muy distintos: una romántica empedernida y un autor «serio» que no cree en los romances de fantasía. Sin embargo, los dos tienen algo en común, están bloqueados y necesitan escribir una novela ese verano. Con una apuesta de por medio comenzarán a conocerse, a descubrir la forma de ver el mundo del otro y a desenmarañar sus propios problemas personales. Un proceso que vivirán a través de conversaciones cotidianas, de superar temores y prejuicios, y de reencontrarse con sus propios procesos creativos como autores.
Y tú ¿Tienes alguna romcom favorita? déjanos tus comentarios.