“El fanfiction no es la sombra de la literatura, es su semilla.”
Naomi Novik (Escritora y cofundadora de AO3)
La historia del fanfiction o “ficción de fans” como género es fascinante porque está profundamente ligada a la evolución de los fandoms, la cultura popular y el desarrollo de la tecnología.
Los seres humanos siempre hemos amado escuchar historias y la misma tradición oral permitía que las historias no fueran algo estático, sino algo que iba tomando influencias y adaptándose a medida que la historia se contaba.
“Everything is a remix” declaraba el cineasta y escritor canadiense Kirby Ferguson en su serie documental, afirmando que toda creatividad se basa en copiar, transformar y combinar elementos ya existentes. Hacer arte o crear contenido 100% original que venga de un vacío es imposible. Para mí el fanfiction es el corazón del arte transformativo. La idea de que una historia no se cierra nunca, sino que puede ser reescrita, expandida o reinterpretada por otras voces, es central en la tradición literaria global.
Puede que no se llamaran fanfictions, pero el poeta romano Virgilio ya escribía en el siglo I A.C. reinterpretaciones de historias mitológicas como la “Eneida”, basada en la famosa epopeya griega “Ilíada”. O en Infierno, parte de la Divina Comedia de Dante Alighieri, el autor florentino tomaba personajes y escenarios de los canon cristiano y clásico y los hacía parte de su obra. Como a Beatriz, Lucifer y el mismo Virgilio al que convierte en su guía espiritual. También toma a personas reales de su época y los transforma en personajes a los que condena directamente a su infierno, y hace una reinterpretación total y completamente libre de la cosmología cristiana para crear la arquitectura, reglas y castigos de este infierno, creando lo que después se conocerá como el “Infierno de Dante”.
Para mí el fanfiction es el corazón del arte transformativo. La idea de que una historia no se cierra nunca, sino que puede ser reescrita, expandida o reinterpretada por otras voces, es central en la tradición literaria global.

En términos de ejercicio de escritura ¿Qué diferencia tan fundamental hay entre la Divina Comedia y un fanfiction como “All the Young Dudes” del universo de Harry Potter?
Desde finales del siglo XIX, la figura de Sherlock Holmes, creada por Arthur Conan Doyle, ha capturado la imaginación de generaciones e inspirado numerosos pastiches. Desde la novela corta «The Adventure of the Two Collaborators», que James Barrie —autor de Peter Pan— le regaló a Conan Doyle por su cumpleaños, hasta la serie contemporánea «Las aventuras de Enola Holmes» de Nancy Springer.
El origen de los fanfiction como los conocemos hoy
Los fanfictions modernos nacen en las comunidades de fans de nicho en los años 60. Uno de los primeros fandoms activos fue el de la franquicia de Ciencia Ficción Star Trek, donde los fans comenzaron a publicar sus propias historias con los personajes en fanzines (revistas de fans para fans) que se compartían en convenciones y se mandaban por correo postal.
La llegada de internet y el acceso masivo a computadoras durante la década de los 90 y 2000s lo revolucionó y lo masificó. Ya no necesitabas ir a convenciones presenciales: plataformas como fanfiction.net y después Archive of Our Own (AO3) permitieron a los fans publicar sus historias en masa y conectar con personas de todas partes del mundo que tenían los mismos intereses.
El fanfiction se diversificó muchísimo posibilitando crear trabajo transformativo de cualquier historia que te apasionara: Anime, videojuegos, series de televisión, películas de Disney, Star Wars o Marvel; sagas literarias como Harry Potter, Crepúsculo o Los Juegos del Hambre.
Es un espacio democrático y seguro donde cualquier persona puede explorar intereses, practicar la escritura y procesar a través de espacios creativos. Es una herramienta de comunidad, juego y resistencia creativa, donde la experiencia de crear tiene un fuerte componente transformador, muchas veces con enfoque feminista o de diversidad sexual.
Como dijo la autora Naomi Novik, cofundadora de AO3 cuando ganó el Premio Hugo a la Mejor Obra Relacionada el 2019 “El fanfiction no es la sombra de la literatura, es su semilla.”
De la sombra y la vergüenza a la legitimidad
Reconocer que uno leía fanfic era cringe, vergonzoso. No contaba como lectura aunque un lector de fanfiction llegara a leer un millón de palabras en un mes, lo que equivale a leer Guerra y Paz dos veces.
Como muchos intereses predominantemente femeninos, era algo que se devaluaba, se miraba como “un placer culpable o de adolescente” al que había que someter a la oscuridad de leer desde tu pantalla en silencio a las 2 am sin confesárselo a nadie por miedo al ridículo.
Pero el fanfiction usó ese anonimato para crecer y crear un espacio de belleza, de creatividad, conexión y profundidad emocional hasta crear cultura. Hay varios autores que parten aprendiendo el oficio como escritores de fanfic y que luego han transformado sus trabajos en obras originales que han sido publicadas por editoriales tradicionales. Hay muchos otros escritores “de noche” que se toman su hobby tan o más en serio que su mismo trabajo profesional “de día”.
El 2019, el repositorio en línea AO3 ganó el Premio Hugo a la Mejor Obra Relacionada, y con esto llegó también la legitimación. Este premio llega a celebrar el trabajo de comunidades feministas, queer, trans, neurodivergentes y racializadas, que han sido la columna vertebral del fandom moderno y que encuentran en él un espacio para poder crear otro tipo de historias, descentralizadas, lejos de la censura y el elitismo.
El género del fanfiction deja las sombras para convertirse en un espacio de democratización de la escritura que no sólo cuestiona las jerarquías tradicionales de autoría, sino que crea un espacio seguro donde puede existir una verdadera revolución creativa.
Como dijo Naomi Novik, autora y co-fundadora de AO3 durante su discurso de aceptación el 2019:
“Estamos cambiando lo que significa ser creador de cultura. Estamos democratizando el paisaje de la narrativa. Estamos validando la naturaleza transformadora de toda la literatura”.
Fanfiction que se volvió cultura mainstream
La novela romántica- erótica 50 sombras de Grey de E. L. James que vendió más de 150 millones de copias y tuvo 3 películas partió originalmente como un fanfic de Crepúsculo que se llamaba Master of the Universe. Y aunque personalmente ni pude terminar de leer el fanfiction y detesté los libros, no se puede obviar la importancia que tuvo en la cultura mainstream en su minuto.

Ali Hazelwood, escritora, profesora de neurociencias y la actual reina del romance con protagonistas del mundo STEM, transformó un fanfiction «Reylo» (del universo de Star Wars) en La hipótesis del amor que fue seleccionado como el mejor libro de romance de 2021 por Amazon, fue finalista en los premios Goodreads Choice Awards y ha vendido ya más de 750 mil copias, llevando a Ali a tener contratos con editoriales como la poderosa transnacional Penguin Random House.
También hay autores como Cassandra Clare, Rainbow Rowell, Meg Cabot, Naomi Novik, Olivie Blake, Anna Todd que escribieron fanfiction en algún momento de sus vidas y lo utilizaron como laboratorio de escritura creativa antes de dar el salto a la publicación tradicional.
Los que amamos leer estamos permanentemente buscando esa historia que nos vuele la cabeza, nos haga pensar y nos haga sentir profundamente. Esa historia que no podemos esperar para contársela a nuestras amigas. Y no nos importa si la encontramos buscando en una librería, en una biblioteca, en Kindle Unlimited o en AO3 rastreando tags de nuestro ship favorito.

Psicóloga de la Pontificia Universidad Católica de Chile, artista visual, viajera y redactora. Desde niña los libros han sido para mí mitad refugio, mitad empuje para salir a conocer el mundo. Y sueño con una sociedad donde más personas puedan disfrutar los beneficios de acercarse a la lectura.